miércoles, 21 de abril de 2010

El Velito



Surgida la polémica por el uso del hiyab en un instituto de Pozuelo de Alarcón, los medios públicos, políticos y culturales lanzan sus argumentos a favor y en contra de la prohibición de esta indumentaria. En mi caso me he quedado sorprendido por el hecho de no saber con cual de las dos posturas me quedaría. Tampoco se trata de aplicar la duda metódica para llegar a la verdad absoluta (nunca me convenció Descartes como filósofo), pero si de plantear argumentos a favor y en contra que me permitan ver cuales de ellos tienen más peso para mí, como parte de un permanente conocimiento interno.

Argumentos en contra:
  • El hiyab se relaciona frecuentemente a un símbolo de sumisión femenina dentro del mundo islámico.
  • El hiyab no deja de ser un símbolo religioso que establece una distinción para con el resto.

Argumentos a favor:
  • A día de hoy, espero y estoy seguro de que en este país, si una mujer porta el hiyab, no es ni mas ni menos que porque ella quiere. No estamos hablando de un burqa o un chador, prendas objeto de la furia feminista pancartera de hace un par de décadas ("Jomeini, cabrito, ponte tú el velito"). Estamos hablando por tanto de una prenda portada en base a la libertad personal.
  • Se trata de llevar un paño sobre la cabeza. Enorme chorrada sin importancia en definitiva.
Conclusión: Aunque creo que las influencias Jimenezlosantianas son mínimas en mi (¿nulas no?... peligro...), el respeto a la libertad personal cada día tiene mas peso en mi modelo vital. Si tragamos con monjas, curas, frailes, obispos, deanes, papas, pijos y toreros en nuestro día a día (todos ellos también disfrazados), ¿por qué no aceptar también esta nueva "moda"?. En definitiva, y como otras tantas y tantas veces: ¿no hay problemas más graves en el día a día de todos como para enfollonarnos aún mas con chorradas de este tipo?

Hija mía, ponte en la cabeza lo que te salga del coño alma.



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