viernes, 29 de julio de 2022

Citas (III)

"Miren ustedes: todo lo que quieran aprender está ya seguramente escrito y puede ser adquirido, fotocopiado, pedido en préstamo a una biblioteca o a un amigo e incluso, aunque no crean ni por un segundo que yo se lo recomiendo, puede ser sustraído sin riesgo en cualquier establecimiento especializado. La finalidad de un profesor no es enseñarles, no se engañen ustedes. Para eso están los libros. La única finalidad de un profesor es seducirles. Un profesor debe de representar lo que ustedes estudian en los libros: lo mismo que hace un actor con el texto de una obra de teatro."



viernes, 22 de julio de 2022

Citas (II)

"Mi adhesión al alcohol era inquebrantable. Bebía todos los días una gran cantidad de periflús y comprobé lo que había oído decir: las borracheras son como los enanitos de Blancanieves. Las hay de siete clases: unas son Sabias, otras Gruñonas, las hay Mocosas (o lloriqueantes) y también Tímidas; Mudas y Dormilonas, y a veces Felices. Pronto me di cuenta de que el enanito que se hacía cargo de mí cuando bebía ya no estaba de servicio a la mañana siguiente, sino que tenía que ser remplazado por otro, uno cualquiera, el primero que estuviera disponible. Así, a una borrachera Mocosa no siempre seguía una resaca Tímida, sino que igual podía ser Gruñona que Muda".



martes, 31 de diciembre de 2019

GALICIA: Costa da Morte y Finisterre

Salida temprana en coche desde Ferrol con destino a Malpica. Siendo este un recorrido y una vuelta bastante larga, se justifica en mi caso por centrarme en visitar sitios que no conocía. Aun así, sí que acabé después en zonas en la que sí que había estado.  Por cierto, que durante este recorrido pasé junto a la localidad de Miño, pueblo natal de cierta persona muy especial que conocí en Madrid apenas transcurridas pocas semanas después de acabar este viaje. Curiosas casualidades.

El tiempo hoy ya empieza a ser más “galego”, pues a mi llegada a Malpica ya me empezó a acompañar una ligera lluvia. Paseo por este pintoresco pueblo marinero, café con bollo, y acopio de víveres, dado que es día 31 de Diciembre, y mañana estará (casi) todo cerrado. Y no, no me compré las consabidas 12 uvas. Esta iba a ser una nochevieja muy distinta a las habituales, tal y como comentaré mas adelante.




Durante las siguientes horas, me dediqué a moverme en coche por distintos sitios que tenía previstos, a pesar de que la distancia entre ellos era algo elevada.

Pedra da Serpe: Primer incumplimiento por mi parte, dado que ya había estado.


Playa de Valares: Segundo incumplimiento. Estuvimos en este entorno privilegiado varias familias de amigos en 2016, en un festival de música, y no me resistí a “revisitarlo".




Castro de Borneiro: Este ya si que no le conocía. Recomendable visita, si bien reconozco que tuve el privilegio de hacer la visita sin compañía alguna (un 31 de Diciembre con tiempo lluvioso no parece el mejor momento para hacer turismo, aunque no en mi caso).






Camelle:  Me acerque para visitar el museo del alemán, pero desgraciadamente estaba cerrado. Eso si, no pude evitar fotografiar esta muestra de "arte popular" que encontré en el puerto de Camelle:



Cementerio de los ingleses: Junto con la visita en el día anterior a Estaca de Bares, esta zona (Enseada do Trece) fue la que más me impresionó a nivel paisajístico-marítimo de todos estos días.






Tras tanta vuelta, acabé comiendo en Laxe, en un sitio que ya conocía anteriormente (Restaurante Zurich), y como postre me di un paseo por la playa de la localidad, recordando tiempos pasados en ella.



Seguimos de carretera y manta: Nuevo recorrido largo hasta Finisterre, dado que mi intención era pernoctar en Sardiñeiro de Abaixo. Aprovechando la hora, y por ser el último día del año, opté por subir hasta el monte tras el faro, y allí, bien abrigado (hacia un viento de narices), provisto de una lata de cerveza, y sentado sobre una roca, asistí a la última puesta de sol del 2019.


El día y el año acabó en mi caso en la pensión-restaurante-merendero que había reservado para dormir. Reconociendo que mi elección ya no era de por sí muy normal para el día que era, para describir la situación con la que me encontré transcribo los comentarios que puse al establecimiento en la plataforma de reservas que usé.

"Aunque la noche de fin de año no parezca la más normal para alojarse en un establecimiento como este, ello no justifica que ni supieran los datos de mi reserva, que hasta yo les tuviera que dar la cotización, que el dueño estuviera claramente aturdido (*), que la habitación no estuviera si quiera caldeada (pusieron los radiadores a mi llegada), que la ropa de cama fuera de felpa, manta y cobertor, y que el agua caliente saliera cinco minutos después de abrir el grifo."

(*): Sustitúyase "aturdido" por "mamado", "tomado", "to peo" o cualquier otro sinónimo referido al estado de embriaguez.


Adjunto foto de mi pseudo-cena de fin de año:


Y si, las doce campanadas mi pillaron durmiendo (malamente).






lunes, 30 de diciembre de 2019

GALICIA: Viveiro, Chavín, Estaca de Bares y San Andrés de Teixido

 

Tras dos noches como “campamento base”, abandono Burela para dirigirme hacía Viveiro. Parada en el supermercado para hacer acopio de víveres, y subida al Mirador de San Roque. Espectaculares vistas del entorno, acompañado (otro día más) por el excelente tipo, casi impensable para la época del año en la que estamos.





Dejo el Mirador y me dirijo a la zona de Chavín, y más concretamente al entorno del “Souto da Retorta”. Amigo de ir siempre a mi bola, “paso” en primera instancia de hacer el recorrido marcado, y me dedico a caminar en paralelo junto a la canalización que fluye cerca del Rio Landro. No se ni como no acabé cayéndome al agua en alguno de los escarpados, estrechos y resbaladizos tramos. Pero mereció la pena.





Parada junto al eucalipto conocido como “O Avo” para dar cuenta de un bocata de jamón ibérico, y seguimos con el periplo, rumbo al faro de Estaca de Bares.



 La llegada a través de la estrecha carretera, mirando sobre todo hacia el oeste, ofrece uno de los espectáculos más increíbles en los que me he topado durante este viaje. En mi caso, además de disfrutar del entorno del propio faro y del cabo, me di un paseo por las antiguas instalaciones LORAN que los americanos abandonaron hace muchos años. ¿Qué es el LORAN? Una frikada anterior a los actuales GPS con interés para este “freak” que les escribe:

https://es.wikipedia.org/wiki/LORAN










Siguiendo el recorrido paralelo a la costa, parada en “El mejor banco del mundo”.



Y como padre de familia, en lo primero que pienso es en el miedo de estar aquí con críos pequeños. Acojonante e impresionante a partes iguales.

Parada (para café) y vista (de paseo) a Cariño. Precioso pueblo.



Viaje hasta el mirador de Herbeira, a través de una carretera alucinante. Una vez en el mirador, entorno ventoso y con muchas nubes.





Y como no, visita a San Andres de Teixido, como homenaje a mi adorado José Luis Cuerda. Mejor ir de vivo, que no de muerto.







Y para acabar el más que completo día, llegada a El Ferrol para cena y pernocta.

 



domingo, 29 de diciembre de 2019

GALICIA: Catedrales, Ribadeo, Santa Cruz y Sargadelos

 

La jornada de hoy comienza con la obligada visita a la Playa de las Catedrales, aprovechando además la hora de bajamar. Dado que además el día era inmejorable en cuanto a sol y temperatura, si había cierta afluencia de turistas (¿Qué soy yo también, al fin y al cabo?). Personalmente esperaba un sitio algo más salvaje, pero dado el punto de interés turístico que es, ello justifica los caminos y accesos perfectamente delimitados, así como los puntos de información, puestos de “quincalla” turística, etc.






Dejamos la playa y partimos rumbo a Ribadeo. Aparco el coche en el centro y me dirijo a hacer una ruta de miradores aprovechando la salida de la ría en dirección al faro ubicado en la Isla Pancha. Por cierto, que en el propio entorno del faro hay alojamiento turístico consistente al parecer en un par de apartamentos que no creo sean precisamente económicos:

http://www.faroislapancha.es/






Tras una comida a base de bocata y con sesteo posterior incluido, tirado a la bartola junto a la isla, vuelvo al casco urbano de Ribadeo para coger el coche y subirme hasta el Mirador de Santa Cruz. Vistas fantásticas del entorno.



Siguiendo mi caótica y desordenada ruta, y tras chuparme unos cuantos kilómetros en coche, doy con mis huesos en Lourenzá, con una al parecer afamada iglesia, pero que, casualidades de la vida, pillo cerrada a cal y canto, así que compenso con un café en compañía de los paisanos de la zona.



Y continuamos la jornada de hoy para aprovechar la tarde en la zona de la fábrica de Sargadelos, con un más que llevadero y fácil recorrido en el conocido como “Paseo de los enamorados”, junto a un canal con una presa de agua.

https://es.wikipedia.org/wiki/Real_F%C3%A1brica_de_Sargadelos







Con el final del día, vuelta a Burela. Cena en el restaurante del hotel (bastante correcto), chupito y a dormir.