Hace un par de semanas me decidí. Visité un conocido hipermercado de ropa deportiva y salí pertrechado con unas zapatillas de “Running” (manda cojones con el nombrecito), una sudadera y unas ridículas mallas. Objetivo: carreritas nocturnas en pos de bajar el incipiente perímetro abdominal que lenta, pero inexorablemente, rodea mi ser.
La primera noche fue razonablemente llevadera. Junto con la vestimenta de “runner”, me calce unos espectaculares y ridículos auriculares conectados al móvil, para de esa forma poner una banda sonora al trote cochinero. Casualmente llevaba una selección bastante blandita y oldie: Tornados, Ronettes, Shadows… en resumen, poco inspiradora para dedicarse a dar zancadas por la ciudad. Ello me llevó a actualizar al día siguiente las tonadillas del celular con…bueno, antes os explicaré algo… Lo cierto es que hace ya más de dos años, en mi foro habitual, alguien comento lo siguiente:
“Acabadas las vacaciones estivales vuelvo a iPunk para soltar la mejor noticia que me he llevado este verano. En Radio 3 han dado por valida nuestra propuesta para un programa de garage, surf, rock’n’roll, frat, etc… y tras tres años en Onda Latina estamos haciendo las maletas para la mudanza!!!. El horario es perfecto para taxistas nocturnos, serenos, vampiros y otras criaturas de la noche. La madrugada de los miércoles (es decir, la noche de los martes a los miércoles) de 04:00 a 05:00 am. Oh yeah!!!! Esto no nos desalienta, lo que es un minúsculo paso para la humanidad es un gran salto para mi.”
Comenzaba de esta forma la andadura de “El Sotano”, en Radio 3. El programa era semanal y en horario intempestivo, pero gracias a ese invento denominado podcast, hasta podía deleitarme con algunos de los programas durante mi por entonces relajada jornada laboral. Ambrosía musical servida por Diego R.J. en forma de riffs contundentes, hammond trepidante y fuzz ensordecedor. Maravilloso…
Como decía, han transcurrido dos años desde aquello, y la sorpresa en esta nueva temporada de Radio 3 es que “El Sótano” se ha convertido en un espacio con cuatro programas semanales y en un horario “prime-time” (L-J, de 17 a 18h). Un lujo, aderezado además con la que, en mi opinión, se ha conformado con una parrilla de interesantes propuestas en Radio 3: “Carne Cruda”, “Melodías Pizarras” y “Hoy empieza todo” forman parte de mi menú, además de los clásicos “Disco Grande” y “Flor de Pasión”.
Tras el paréntesis, volvemos al hilo conductor de esta entrada: Las carreritas nocturnas. ¿qué ha ocurrido? Pues que gracias a las carreritas nocturnas, estoy permitiéndome el lujo de no perderme ni un solo programa de “El Sótano”. El hecho de correr no es más que una burda excusa. En realidad ya no corro, ni tan siquiera troto. Simplemente salgo durante una hora a la calle embutido en mis ridículos cascos para poder oír el podcast del programa. Una hora en la que además de disfrutar del programa, me dedico a otro de mis pasatiempos favoritos: observar la ciudad, especialmente a esa hora ya nocturna, tranquila y atractiva. Y esa hora se ha convertido en una de mis favoritas del día. Gracias Diego.
